
Pop&Dance y Club Social presentaron el pasado jueves a dos de los grupos que más ruido están haciendo en la escena electrónica indie española. La cita tuvo lugar en la madrileña Sala Joy y fue parte de un ciclo de directos organizado por Intromúsica por el que también pasaron La Habitación Roja, Jonston, Bigott, Manos de Topo y Dolores. Esta vez, los protagonistas fueron The Suicide Of Western Culture y Pegasvs. Nosotros estuvimos allí para mostrarte los mejores momentos de la velada, pero –por si aún no los conoces- aprovechamos también para presentártelos.
The Suicide of the Western Culture podrían definirse como una oda al poder analógico. Desde el lanzamiento de su trabajo homónimo en 2010 han deleitado los oídos de los amantes de la electrónica en festivales como el Primavera Sound, Pop Komm, Eurosonic, SXSW, Canadian Music Week, The Great Escape, Sónar Festival y Vienna Waves, además de haber sido teloneros de Animal Collective y Cut Copy. Según sus creadores, dos productores barceloneses expertos en comprar cacharrería barata para exprimir sonidos, el concepto era hacer algo donde las limitaciones técnicas marcaran el ritmo. Un menos es más que se viste depost-rock noventero, sonidos sintéticos y envolventes, ambient desnudo y el vintage lo-fi.
Por su parte, Pegasvs es el proyecto musical de la argentina Luciana Della Villa y el asturiano Sergio Pérez. Así, dos máquinas, un hombre y una mujer son los pilares de un proyecto surgido en el verano de 2010, durante unas vacaciones en Asturias, de las ganas de querer hacer algo nuevo empezando desde cero y usando los cacharros que se tienen a mano. La idea de la pareja asentada en Barcelona era alejarse del bajo y la batería y darle protagonismo a los sintetizadores. El Proyecto finalmente vio la luz el año pasado con sólo tres demos colgados en Soundcloud, a los que se sumó el videoclip de “El Final de la Noche”, realizado por CANADA. Desde entonces, su pop sintetizado suena sin parar en radios internacionales y ya han tocado en México, Reino Unido, Portugal y en festivales como el Sónar, el Primavera Sound o el Día de la Música.
Pegasvs, 2012, su disco debut editado por CANADA, nos remite al krautrock alemán de los 70 y a un pop retrofuturista de lo más ensoñador. El resultado, adicción total desde la primera escucha. Aparatos de cinta y sintetizadores analógicos se conjuran para viajar con la cabeza y con el cuerpo, para volar con los pies. Letras de pocas palabras, casi hipnóticas, que suenan a futuro desde el pasado, hilvanadas por el magnetófono y servidas en la mesa de mezclas. Un proyecto casero en el que dar rienda suelta a una electrónica alada salpicada también de new wave y post punk. Melodías maquinales y sonidos sintéticos que nos sumergen en un universo completamente analógico. Además, el disco en sí mismo es un cuidadísimo objeto estético, cosa a la que nos tienen acostumbrados los chicos de CANADA. La portada del vinilo es obra de la artista Elena Gallén, quien ha plasmado un pegaso –en la mitología griega, caballo alado que nació de la sangre derramada por Medusa cuando Perseo le cortó la cabeza- en stamping que hunde el cartón al tacto.