¿merece la pena?
Últimamente parece que la cosa de va de cámaras. Así que desde el último lanzamiento del mundo analógico pasamos a la cámara perfecta para aquellos que comparten compulsivamente sus fotos en cualquiera de las tantas redes sociales (que, sin duda, han incentivado la práctica de la fotografía cotidiana). Se trata de la Q Camera, una cámara digital muy simple diseñada por tres amigos que la han bautizado como la “primera cámara social del mundo” y cuya principal característica es que permite compartir tus imágenes con tan solo pulsar un botón. De hecho, se trata de una cámara muy simple. Técnicamente, posee un sensor de 5 megapíxeles (los suficientes como para producir unas fotos de calidad y velocidad de subida aceptables para ser compartidas online), una pantalla LCD de 2.7 pulgadas, batería con autonomía para tomar unas 200 fotos, una lente de 24 milímetros y una apertura de f2.4.
Sin embargo, la cámara no permite el uso de tarjetas de memoria, sino que cuenta con una memoria interna de 2 GB. De lo que sí dispone es de una ranura para insertar una tarjeta de datos microSIM para disponer de conexión 3G. Una vez que tienes la conexión móvil, la Q Camera sube automáticamente las fotos a un servidor con almacenamiento ilimitado, el Q Lab (de no tener conexión, tus fotos se almacenarían en la memoria interna hasta recuperar la conectividad, momento en el cual se subirían automáticamente). Y, desde la nube que es el Q Lab, eres tú quién decide en qué redes sociales quieres compartir tus fotos y sólo te basta con pulsar un botón. En síntesis, se trata de una cámara pensada exclusivamente para inundar tus redes sociales de imágenes en un pis pás.
Llegados a este punto, te preguntarás qué tiene de diferencia con cualquier Smartphone tanto técnicamente como en cuanto al potencial de adentrarse en esa dinámica de publicaciones, taggs y likes. Pues bien, la Q Camera cuenta además con un original flash circular que rodea el objetivo y permite hacer fotografías con poca luz, además de funcionar como un temporizador. También es capaz de estar sumergida hasta un máximo de un metro durante 30 minutos, lo que te permite compartir fotos desde debajo del agua. A ello se suma una selección de nueve filtros al mejor estilo Instagram para que puedas darle un toque personal a tus imágenes en un pis pas.
¿Te ha gustado? Si es que sí, la Q Camera ya está disponible para pre-ordenar en nueve combinaciones diferentes de colores a un precio de $ 199 USD (unos 125 €). Monísima, pero ¿merece la pena? Yo creo que no. Una de las pegas que le veo es que no dispone de wi-fi (supongo que debido a su resistencia al agua) y nadie quiere cargar con otra cuota telefónica al mes sólo por usar otra cámara. A ello se suma que ya existen cámaras point-and-shoot que disponen de conexión wi-fi, aunque es verdad que hoy por hoy el mercado de este tipo de cámaras ha perdido peso frente al de las DSLR, ya que si vas a tomar una instantánea sin importancia, mejor hacerlo con tu móvil. E incluso ya existen móviles que pueden sumergirse. En fin, yo ya tengo una “cámara social” con una tarjeta SIM dentro que además tiene wi-fi, y es mi móvil. No puedo sumergirlo, pero -de momento- no pienso cambiarlo.